La Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás. Inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas.
Actividades para fomentar la inteligencia emocional
Gestionar adecuadamente las emociones durante la infancia tiene múltiples beneficios. Y no sólo para el niño, sino también para su familia y su contexto más cercano, como es la escuela.
1. La Ducha
Es una actividad para desarrollar con un grupo de niños. Se trata de que uno a otros se den masajes como si estuvieran recibiendo una ducha. Así, aprenderán que el tacto y las caricias son una buena forma de expresar el cariño hacia los demás.
2. La caja de los afectos
Es otra manera de demostrar nuestro afecto hacia nuestros compañeros. Se puede realizar en casa, con la familia o bien en el colegio con el resto de compañeros. En la caja, que ellos mismos elijan, irán depositando distintas formas de afecto y cariño hacia sus seres queridos.
3. Dibujar caras que expresen distintas emociones
Este recurso es usado con niños que se encuentran en la etapa preescolar y, también, aquellos que sufren algún Trastorno del Espectro Autista (TEA). Después de dibujar las caras, pueden colgarse en un lugar visible del aula o de la casa. Así, los niños podrán señalar qué emoción sienten en ese momento.
4. Imitar diferentes emociones
Además de representarlas sobre un papel, un buen recurso es, ante un espejo, imitar distintas emociones y reflexionar sobre cómo cambia nuestra expresión facial. De esta manera, aprenderán a reconocerlas en su propio rostro y en el de los demás.
5. La Música
Este ejercicio se puede utilizar en cualquier etapa educativa. Escuchar música produce efectos positivos en nuestro bienestar. Hay que elegir aquella que genere tranquilidad, calma y paz interior para que puedan regular su estrés y ansiedad. También, se pueden elegir piezas musicales que generen emociones como la alegría.
De esta manera, no sólo trabajamos la gestión emocional, sino que de igual manera se fomenta la capacidad de escucha activa si al finalizar la canción, reflexiona sobre cómo ha conectado con sus emociones.
Además, podemos acompañar esta actividad, cantando y bailando. De esta manera, se general bienestar en los niños.
6. Las cartas de las emociones. Con esta baraja de cartas, trabajarán las emociones y sentimientos para aprender a etiquetarlos. Estas cartas tienen un dibujo que representa la expresión emocional y, debajo, una breve descripción. Las cartas se ponen boca abajo y, tirando un dado, le tocará una determinada función.
Estas funciones serán elegidas por el facilitador de la actividad, que tendrá que tener en cuenta el nivel de los niños. Por ejemplo: ¿cuándo experimentaste por última vez esta emoción?, ¿cómo te sientes cuando lo experimentas?, etc.
Inteligencia emocional: Aspectos y principios
La Inteligencia Emocional reúne las inteligencias intrapersonal e interpersonal e involucra distintos aspectos de la vida:
- La perspectiva.
- La Espontaneidad.
- La Creatividad.
- Las habilidades sociales.
- Las habilidades emocionales.
- El control de los sentimientos y de las emociones.
- El manejo de las esperanzas y la perseverancia.
- La autodisciplina.
- La responsabilidad.
- La empatía (ponerte en el lugar de la otra persona, conocer sus emociones y saber gestionarlas adecuadamente).
A su vez, sus principios son:
1. Recepción. Cualquier estímulo que recibimos a través de nuestros sentidos.
2. Retención. Está relacionado con la memoria. Encontramos dos tipos: la retentiva (la capacidad de almacenar la información) y el recuerdo (la capacidad de acceder a la información almacenada).
3. Análisis. Esta función incluye el reconocimiento de pautas y el procesamiento de esa información.
4.Emisión. Cualquier forma de comunicación e, incluso, creativo. Incluso del pensamiento.
5. Esta función se encarga de la totalidad de nuestras funciones físicas y mentales.
Beneficios de la Inteligencia Emocional
La correcta gestión emocional, el desarrollar la empatía y desarrollar nuestras habilidades sociales y comunicativas, supone una potente herramienta que tiene una serie de repercusiones. En ellas, encontramos:
- Incrementa la autoconciencia. Sabemos mejor quién somos, cuáles son nuestros defectos y nuestras virtudes. Así, potenciando nuestras habilidades, podremos trabajar para mejorar.
- Toleramos de mejor forma la presión y las frustraciones.
- Mejora nuestra capacidad de trabajo, así como el trabajo en equipo.
- Crecimiento social, potenciando nuestras habilidades sociales.
- Mayor crecimiento personal y más probabilidades de éxito.
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